Cronología histórica: compromiso sostenido, impacto duradero
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Desde su establecimiento en 1970, el IDRC ha trabajado con investigadores de países en desarrollo y otros socios para encontrar soluciones prácticas basadas en evidencia para algunos de los desafíos globales más importantes. A través de estos esfuerzos, el IDRC ha realizado innumerables contribuciones para mejorar la atención de la salud, fortalecer la seguridad alimentaria, expandir la educación de calidad, promover el empleo digno, proteger el medio ambiente y promover la equidad de género, entre otras áreas.
Si bien las estrategias han evolucionado, el trabajo del IDRC ha seguido reflejando nuestros principios fundamentales: trabajar dentro y junto a regiones en desarrollo para reforzar la autosuficiencia, fomentar asociaciones basadas en el respeto mutuo, generar soluciones que se puedan aplicar a situaciones del mundo real y defender el conocimiento y la innovación como impulsores clave del desarrollo sostenible.
Sobre la base de nuestros más de 50 años de experiencia en el apoyo a la investigación en regiones en desarrollo, el IDRC ahora mira hacia el futuro para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y crear un mundo más sostenible e inclusivo.
#1970
Se crea el IDRC a través de una Ley del Parlamento canadiense para ayudar a los países en desarrollo a desarrollar sus propias capacidades de investigación, instituciones y habilidades innovadoras necesarias para resolver sus problemas. Su primer presidente, David Hopper, lidera el crecimiento del IDRC como una organización enfocada en alentar la investigación local para promover el avance económico y social del Sur Global. Para nutrir sus colaboraciones con investigadores de países en desarrollo, el IDRC, con sede en Ottawa, establece posteriormente oficinas regionales en Asia, África, Medio Oriente y América Latina.
1970s
Reconociendo la importancia de vincular a las organizaciones y/o personas locales en torno a un tema de investigación común, el IDRC apoya varias redes e iniciativas multinacionales para impulsar los esfuerzos de desarrollo. Para finales de la década de los 70, el IDRC ha financiado unas 150 iniciativas de este tipo. Algunas son pequeñas y de enfoque estrecho; por ejemplo, la colaboración entre científicos en Terranova y África Occidental que estudiaron formas de controlar la mosca negra, el vector de la oncocercosis. Otras son multifacéticas y de alcance más global, tal como el Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR), que busca combatir el hambre y la desnutrición y aumentar la producción de alimentos en los países en desarrollo a través de una mayor coordinación e inversión.
1972
El IDRC centra su apoyo de investigación inicial en cultivos alimentarios de subsistencia como la yuca, un alimento básico diario para cientos de millones de personas pobres del mundo. El programa de yuca, cofinanciado por la antigua Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (CIDA, ahora parte del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá), moviliza una red de expertos mundiales para aunar sus conocimientos y encontrar formas de combatir las enfermedades que afectan a este cultivo. En 1972, el IDRC une fuerzas con el Centro Internacional de Agricultura Tropical en Colombia para establecer el Centro de Información sobre la Yuca. El resultado a lo largo de los años ha sido más alimentos para los hambrientos del mundo.
1973
En una de sus primeras iniciativas importantes, el IDRC lanza un estudio multidisciplinario y multinacional de tres años para desarrollar la autosuficiencia indígena en ciencia y tecnología. Más allá del paradigma entonces dominante de transferir habilidades del Norte al Sur, el proyecto de Instrumentos de Políticas Científicas y Tecnológicas busca trazar caminos y políticas que contribuyan de manera más sustancial a las necesidades y objetivos de desarrollo de los países en desarrollo. Los hallazgos del proyecto contribuyen a la fundamental Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, celebrada en Viena en 1979.
1975
Mucho antes de la invención de Internet, el IDRC reconoce que la "brecha de conocimiento" que agrava la pobreza debe abordarse mediante avances en tecnologías de la información y la comunicación. Una de las primeras iniciativas del IDRC en este campo es el desarrollo de un paquete de software llamado MINISIS, diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de gestión de información de los usuarios de los países en desarrollo. Para 1980, muchos países e instituciones utilizan el software de gestión de bases de datos de MINISIS para respaldar una amplia gama de aplicaciones.
#1980s
Como resultado de su demostrada sensibilidad a las preocupaciones diplomáticas y en reconocimiento de su poder de convocatoria, el IDRC es invitado a organizar reuniones de la Comisión Independiente sobre Asuntos de Desarrollo Internacional (Comisión Brandt) y de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland). El archivo del informe Brundtland de 1987, "Nuestro futuro común", se encuentra en el IDRC. El IDRC también está encargado de organizar la 5ª Conferencia Internacional sobre el SIDA en Montreal en 1989.
1980s
Durante la larga dictadura de Pinochet en Chile, el IDRC utiliza su neutralidad política para financiar instituciones locales en las que muchos científicos sociales se refugian intelectual y físicamente. Por lo tanto, el financiamiento del IDRC ayuda a los científicos sociales chilenos a permanecer en su país para continuar con su investigación y, eventualmente, ayudar al país a restaurar sus instituciones democráticas. Cuando finalmente se restablece la democracia, muchos de estos mismos investigadores pasan a ocupar altos cargos políticos y administrativos en Chile.
1988
A medida que la lucha para acabar con el apartheid cobra impulso, el IDRC se acerca a las fuerzas democráticas de Sudáfrica para ver qué investigaciones sobre cuestiones de política podrían serles útiles para allanar el camino hacia el gobierno de la mayoría. La Junta de Gobernadores del IDRC aprueba un programa de investigación diseñado expresamente para ayudar a preparar a los futuros líderes de Sudáfrica para gobernar en una democracia sin distinciones raciales. El trabajo apoyado por el IDRC a través de la transición política y económica finalmente proporciona la base para las políticas posteriores al apartheid sobre el medio ambiente, los sistemas de salud, los problemas urbanos, las estrategias económicas e industriales y la ciencia y la tecnología. Más tarde, el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, agradecería al IDRC por el "papel crucial" que desempeñó para ayudar a los sudafricanos a prepararse para la "nueva fase de gobernanza y transformación".
1988
En respuesta al empeoramiento de las economías del África subsahariana durante la década de los 80, el IDRC busca expandir su trabajo en la región con un enfoque particular en mejorar la capacidad de investigación. Esto lleva a la creación del Consorcio Africano de Investigación Económica (AERC) destinado a realizar investigaciones orientadas a políticas, capacitar a una nueva generación de economistas africanos y fomentar vínculos entre académicos y profesionales. El AERC se instala inicialmente en la oficina del IDRC en Kenia.
#1992
El gobierno canadiense designa al IDRC como el "vehículo principal" del país para trabajar con las naciones en desarrollo en la implementación de la Agenda 21, el programa que surgió de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD, o Cumbre de la Tierra) celebrada en Río de Janeiro en 1992. Para cumplir mejor con su nueva responsabilidad, el IDRC reorienta muchas de las actividades de su programa y establece nuevos temas centrales, incluyendo los sistemas alimentarios, la biodiversidad, la salud y el medio ambiente.
1992
El IDRC modifica aún más sus operaciones mediante la introducción de "secretarías" internacionales, consorcios de investigación de varios donantes que persiguen objetivos compartidos. Gradualmente, estas secretarías demuestran su potencial como incubadoras de nuevas investigaciones que, eventualmente, podrían continuar de manera independiente. Un ejemplo es la Iniciativa de Micronutrientes (MI) establecida en el IDRC como una secretaría para ayudar a eliminar las deficiencias de micronutrientes, una promesa hecha por los líderes mundiales en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia de 1990. La MI contribuye a los esfuerzos globales para garantizar que al menos el 70% de los hogares en todo el mundo tengan acceso a sal yodada para reducir los trastornos por deficiencia de yodo, la principal causa de discapacidad mental prevenible. En el año 2000, la MI (más tarde rebautizada Nutrition International) se convierte en una organización independiente.
1996
Para ensayar la hipótesis central del Informe sobre el Desarrollo Mundial de 1993, que la planificación de la salud basada en la evidencia podría producir eficiencias que conducirían a mejoras positivas en la salud local, el IDRC, en colaboración con las autoridades sanitarias de Tanzania y CIDA (ahora parte del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá) lanza el Proyecto de Intervenciones de Salud Esenciales de Tanzania en dos distritos rurales. Se desarrolla una herramienta informática para recopilar información sobre las principales causas de muerte y enfermedad, lo que permite a los trabajadores de la salud de ambos distritos destinar más dinero a la lucha contra las enfermedades que causan la mayor cantidad de muertes. El resultado: con un simple complemento de 80 centavos per cápita a los presupuestos de salud, los dos distritos registraron una reducción de más del 40% en la mortalidad de niños menores de cinco años.
1997
El IDRC encabeza el establecimiento de la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR). Representando la culminación del compromiso a largo plazo del IDRC con la investigación del bambú y el ratán en China y Asia en general, la INBAR reúne a más de 40 estados miembros para promover el uso de estas asombrosas plantas como recursos estratégicos para el desarrollo sostenible. Desde su fundación en 1997, la INBAR ha marcado una diferencia real en la vida de millones de personas y entornos en todo el mundo al promover la construcción segura y resistente con bambú y al informar la política ecológica y los objetivos de desarrollo sostenible.
#2000-2008
En reconocimiento a la larga experiencia del IDRC en la defensa de los beneficios de las TIC para el desarrollo, el gobierno canadiense nombra al presidente del IDRC como copresidente del Grupo de Trabajo sobre Oportunidades Digitales, un comité reunido por las principales democracias industrializadas del G8 en el 2000 para desarrollar medidas concretas que ayuden a unir la brecha digital internacional. Al año siguiente, el IDRC se encarga de lanzar el Instituto para la Conectividad en las Américas. En el 2003, Canadá confirmó una contribución de 12 millones de dólares canadienses para crear un centro de conectividad en África administrado por el IDRC, basándose en su programa a gran escala, Acacia, destinado a difundir las tecnologías de la información más allá del ámbito de los profesionales del desarrollo a la comunidad africana en general. En el 2008, el IDRC abre su Biblioteca Digital, que brinda a los investigadores canadienses e internacionales acceso a la investigación financiada por el IDRC.
2001
El IDRC aumenta su colaboración con instituciones canadienses, forjando nuevos vínculos entre la comunidad de investigación de Canadá y el mundo en desarrollo. La Iniciativa de Investigación en Salud Global, por ejemplo, reúne al IDRC, los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, CIDA (ahora parte del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá), Health Canada y la Agencia de Salud Pública de Canadá para desarrollar soluciones prácticas para los problemas de salud y atención médica de países de bajos y medianos ingresos. Se invierten más de 60 millones de dólares canadienses a través de la iniciativa en más de 65 países de África, Asia, Oriente Medio y las Américas.
2006
Dado que el cambio climático es una preocupación mundial cada vez más urgente, el IDRC fortalece su programación para abordar esta amenaza existencial. Durante los próximos 14 años, el IDRC administraría más de 285 millones de dólares canadienses en fondos de investigación relacionados con la adaptación, ayudando a las comunidades de todo el mundo a enfrentar el impacto del cambio climático, desde informar la incorporación de las consideraciones climáticas en la planificación urbana hasta garantizar que las voces del Sur se escuchen en el mundo. Por ejemplo, investigadores africanos apoyados por el IDRC han aportado experiencia científica e información basada en evidencia al Grupo Africano de Negociadores, que participa en negociaciones en la Conferencia anual de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
2008
La reputación del IDRC le permite expandir su cooperación con otras agencias donantes internacionales. En la Iniciativa Think Tank, por ejemplo, el IDRC se une a la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación William y Flora Hewlett y otros donantes en un esfuerzo de 10 años y 200 millones de dólares canadienses para fortalecer la capacidad de las organizaciones políticas independientes para proporcionar investigación basada en evidencia que sea oportuna y relevante para las necesidades y oportunidades nacionales, desde mejorar las políticas sobre el control del tabaco en África occidental, hasta fortalecer la comprensión del público de las plataformas electorales de los partidos en Guatemala, Ecuador y Perú, hasta analizar las medidas de políticas destinadas a proteger a las mujeres de las violencia basada en género en la India, entre muchas otras.
2009
En respuesta a la crisis alimentaria mundial, el IDRC y CIDA (ahora parte del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá) establecen conjuntamente el Fondo Canadiense Internacional de Investigación sobre Seguridad Alimentaria. A través de la investigación aplicada en 25 países, el fondo de 124 millones de dólares canadienses apoya los esfuerzos y las innovaciones para promover cambios a largo plazo en la agricultura, la nutrición, el empoderamiento económico de las mujeres y los sistemas alimentarios mundiales en América Latina, África y Asia. Un ejemplo es el trabajo de investigadores canadienses, de la India y de Sri Lanka que conduce al desarrollo de nueve innovaciones prometedoras para prevenir la pérdida poscosecha de mangos y otras frutas blandas, aumentando así los ingresos de los agricultores.
#2015
El IDRC alberga el Centro de Excelencia para el Registro Civil y Estadísticas Vitales (CRVS), establecido con financiamiento del Gobierno de Canadá. Cuando las niñas y las mujeres son excluidas de los sistemas de registro civil y estadísticas vitales, sus voces se silencian y su acceso a servicios y protecciones básicos se ve comprometido. Sirviendo como un centro de conocimiento global, el Centro ayuda a los países a desarrollar y fortalecer sus sistemas CRVS nacionales para garantizar que se tengan en cuenta las necesidades de los grupos vulnerables. En el 2021, el Fondo de Población de las Naciones Unidas reemplazaría al IDRC como anfitrión del Centro de Excelencia.
2019
El IDRC se une a miles de líderes y defensores de todo el mundo en la conferencia Women Deliver 2019 en Vancouver con el objetivo de revitalizar los esfuerzos para lograr la igualdad de género. La conferencia destaca la importancia de aprovechar el poder de la investigación para empoderar a las mujeres y promover un cambio transformador de género, un objetivo clave de la programación del IDRC a lo largo de los años. Con el creciente reconocimiento de que se necesitan cambios estructurales para corregir las brechas de género, el IDRC refuerza sus esfuerzos de investigación destinados a desempacar las desigualdades, analizar las relaciones de poder de género y promover soluciones sostenibles que aborden las causas principales.
#2020
El IDRC invierte más de 50 millones de dólares canadienses como parte de la respuesta de Canadá a la pandemia de COVID-19. Las iniciativas de respuesta rápida abordan las necesidades locales urgentes, se centran en las personas y comunidades más vulnerables e invierten en investigación e innovación de alta calidad en los países en desarrollo. Uniéndose a socios en respuestas colaborativas y trabajando de la mano con expertos locales, los proyectos de investigación apoyados por el IDRC estudian el impacto socioeconómico de la pandemia, desarrollan y ensayan intervenciones efectivas y generan mejores opciones de políticas para la recuperación.
2021
Mientras el mundo enfrenta el impacto del cambio climático y las persistentes desigualdades, combinados con la pandemia de COVID-19, el IDRC lanza la Estrategia 2030 en respuesta a la necesidad de acción urgente. La Estrategia 2030 es una agenda ambiciosa para crear un mundo más sostenible e inclusivo, que se basa en los 50 años de experiencia del IDRC. Se introduce un nuevo logo del IDRC para marcar esta determinación renovada. De acuerdo con la nueva estrategia, el IDRC ajusta su programación para centrarse en cinco áreas que abordan el cambio climático y la desigualdad mientras contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: sistemas alimentarios resistentes al clima; salud global; educación y ciencia; gobernanza democrática e inclusiva; y economías inclusivas sostenibles.